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25 poemas aleatorios

 

   De piedritas el buche

   Alejandro Aura

primeros versos

Las palabras no son aire ni se las lleva el aire. Las palabras, cuando caen, se filtran en la tierra, se escurren por las eras geológicas, por las cavernas subterráneas y llegan al fin a un gran depósito que ha ido creciendo con los siglos de donde parte la sustancia que genera...

 

   Del dolor

   Jaime Sabines

primeros versos

Había sido escrito en el primer testamento del hombre: no lo desprecies porque ha de enseñarte muchas cosas. Hospédalo en tu corazón esta noche. Al amanecer ha de irse. Pero no olvidarás lo que te dijo desde la dura sombra.

 

   En el desnudo mar

   Lina Zerón

primeros versos

Duermo en la ondulación de tu cuerpo. Besándote despierto y besándote duermo. Sueño con el mar desnudo de tu piel. Desnuda duermo para tenerte en mí desnudo. Te visto con el calor de mis labiosy mi tibia boca te desviste. Mis ojos brillan como el viento que sostiene a los pájaros ...

 

   Niebla

   Carmen Boullosa

primeros versos

Hay en el aire el retardo de la niebla. Hay en los árboles la tersura de la niebla, la suavidad, y en el río la pausa de la niebla. Todo duerme respirando niebla. El sueño del lobo es sólo niebla. La niebla sueña con ríos inmóviles, amedrentados. El pez no duerme. El hombre cava...

 

   Volver a casa

   Alejandro Aura

primeros versos

Un día abandonaremos la ciudad de México; la dejaremos en pie y desierta para que las conjeturas crezcan, y nos iremos a fundar en otra parte nuestras maravillas. 2 El jueves en la mañana despertamos alegres, llenos de sueños. Desayunamos dorados panes y jugos...

 

   Los ruidos del alba

   Efraín Huerta

primeros versos

Te repito que descubrí el silencio aquella lenta tarde de tu nombre mordido, carbonizado y vivo en la gran llama de oro de tus diecinueve años. Mi amor se desligó de las auroras para entregarse todo a su murmullo, a tu cristal murmullo de madera blanca incendiada. Es una herida...

 

   Lo cotidiano

   Rosario Castellanos

primeros versos

Para el amor no hay cielo, amor, sólo este día; este cabello triste que se cae cuando te estás peinando ante el espejo. Esos túneles largos que se atraviesan con jadeo y asfixia, las paredes sin ojos, el hueco que resuena de alguna voz oculta y sin sentido. Para el amor no hay tregua, amor. ...

 

   Perfección fugaz

   Elías Nandino

primeros versos

Para el poeta Carlos Pellicer Pinté el tallo, luego el cáliz, después la corola pétalo por pétalo, y, al terminar mi rosa, la induje a soñar su aroma. ¡Hice la rosa perfecta! Tan perfecta, que al día siguiente cuando fui a mirarla, ya estaba muerta. De: Cerca de lo lejos, ...

 

   Anverso

   Homero Aridjis

primeros versos

No veo tu sonrisa entre mis labios apurar la prolongada espera en tu abandono de luciérnaga a la noche; sólo tengo asida entre mis brazos la inexpresable lucha de penetrar en el bosque sin fondo de tu sueño que empieza en la penumbra. Sólo el afán de arañar las escamas de la tierra ...

 

   Entre dos piedras...

   José Luis Rivas

primeros versos

Para Manuel y Lourdes Entre dos piedras la salamandra espía en el jardín cerrado Pasan dos aves por la fuente casi rasándola Se inclina la cabeza el cielo para beber La claridad escancia el agua de las mesas al pie de los icacos florecidos ...

 

   Unas palabras para el extranjero

   Thelma Nava

primeros versos

Escucha extranjero, yo voy a mostrarte la lejanía. En esta ciudad no navega hoy más barco que el de la soledad. Las sábanas son frías en los hoteles. Hay crímenes y miedo a media noche. Podemos, si quieres, cantar sin corbata y navegarnos tomados de las manos aun a riesgo de ser acusados ...

 

   Problemas del oficio

   Fayad Jamís

primeros versos

Mientras te quitas los zapatos piensas en la poesía, sabes que alguna vez escribirás algo parecido a un gran poema, pero sabes que de nada sirve acumular materias primas para cuando llegue la ocasión. Puedes ponerte de pie y gritarle a tu propio fantasma que es hora de poner manos a la obra. ...

 

   Detrás del muro blanco de los días...

   Salvador Novo

primeros versos

Detrás del muro blanco de los días calla el Misterio. Pródigas, las horas nos llevan de la mano a las auroras de sus sorpresas y sus alegrías. Días, horas, auroras y alegrías llenen de dicha, pródigas, las horas de un Año Nuevo tal, que sus auroras renueven la ventura de sus días. Cuente...

 

   Falsa elegía

   Rosario Castellanos

primeros versos

Compartimos sólo un desastre lento Me veo morir en ti, en otro, en todo Y todavía bostezo o me distraigo Como ante el espectáculo aburrido. Se destejen los días, Las noches se consumen antes de darnos cuenta; Así nos acabamos. Nada es. Nada está. Entre el alzarse y el caer del párpado. ...

 

   Los sonámbulos

   Jorge Valdés Díaz - Vélez

primeros versos

Se despertó al oír un ruido a sus espaldas, un murmullo de frondas embozado. Abrió los ojos y rozó en silencio sus brazos recogidos entre la nervadura de la sábana. Qué sucede, por qué no duermes --le preguntó mientras el alba ya era otra forma en los espejos. Me soñaba contigo ...

 

   Estudio

   Carlos Pellicer

primeros versos

Jugaré con las casas de Curazao, pondré el mar a la izquierda y haré más puentes movedizos. ¡Lo que diga el poeta! Estamos en Holanda y en América y es una isla de juguetería, con decretos de Reina y ventanas y puertas de alegría. Con las cuerdas de la lira y los pañuelos...

 

   Nocturno miedo

   Xavier Villaurrutia

primeros versos

Todo en la noche vive una duda secreta: el silencio y el ruido, el tiempo y el lugar. Inmóviles dormidos o despiertos sonámbulos nada podemos contra la secreta ansiedad. Y no basta cerrar los ojos en la sombra ni hundirlos en el sueño para ya no mirar, porque en la dura sombra ...

 

   Este perfume

   Salvador Novo

primeros versos

Este perfume intenso de tu carne, no es nada más que el mundo que desplazan y mueven los globos azules de tus ojos, y la tierra y los ríos azules de las venas que aprisionan tus brazos. Hay todas las redondas naranjas en tu beso de angustia, sacrificado al borde de un huerto ...

 

   Campanas de Santa María

   Maricruz Patiño

primeros versos

Suenan al aire las campanas y esa nube canta silenciosa como una alondra de luz en el oído Valle de Bravo De: Del mundo y otros cielos. 2004

 

   Como pájaros perdidos (Poema XXXVI)

   Jaime Sabines

primeros versos

La policía irrumpió en la casa y atrapó a los participantes de aquella fiesta. Se los llevó a la cárcel por lujuriosos y perversos. Era natural. La policía no puede irrumpir en las calles y acabar...

 

   Presa fácil

   Eduardo Zambrano

primeros versos

Este que ahora ven militante de corbata y saco, líder de proyectos y otros fantasmas del deber en las nimias batallas de escritorio: Polvo que también fue animal de mil lecturas en las más largas noches del espíritu; solitario y solidario se bebió la juventud en esa rara mezcla de licores. ...

 

   Historia del pensamiento

   Manuel Acuña

primeros versos

Cuando a su nido vuela el ave pasajera A quien amparo disteis, abrigo y amistad Es justo que os dirija su cántiga postrera, Antes que triste deje, vuestra natal ciudad. Al pájaro viajero que abandonó su nido Le disteis un abrigo, calmando su inquietud; ¡Oh! Tantos beneficios, jamás daré al olvido ...

 

   Solamente él

   Nezahualcóyotl

primeros versos

Solamente él, el dador de la vida. Vana sabiduría tenía yo, ¿acaso alguien no lo sabía? ¿acaso alguien? No tenía yo contento al lado de la gente. Realidades preciosas haces llover, de ti proviene tu felicidad, ¡dador de la vida!, olorosas flores, flores preciosas, con ansia yo las deseaba, ...

 

   Virgo Triunfans

   Manuel Ponce

primeros versos

De la mañana venía y a la mañana iba; era de la mañana y la mañana era. Jugaban a ser mañana, y en el balón del día la mañana iba entera. Eran dos: ella y la mañana. Nueve y veinte en la mañana, en un reloj sin tiempo, una mañana eterna. Luz y perla en el día, sol...

 

   Ritmo de viaje

   José Carlos Becerra

primeros versos

Este cuerpo que yo acaricio lentamente extendiendo la noche, este cuerpo donde yo he penetrado en mi propia distancia, en mi sofocamiento de sombra. Este vientre donde el amor abarca a la noche, estos senos donde la luz altera los signos, este cuerpo al que ahora me entrelazo, ...