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25 poemas aleatorios en video | |
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Encargo
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Julio Cortázar Por Oscar Martínez | |
No me des tregua, no me perdones nunca. Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que vuelves. ¡No me dejes dormir, no me des paz! Entonces ganaré mi reino, naceré lentamente. No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni guante... | |
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Corazón coraza (en alemán)
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Mario Benedetti Por Mario Benedetti | |
Porque te tengo y no porque te pienso porque la noche está de ojos abiertos porque la noche pasa y digo amor porque has venido a recoger tu imagen y eres mejor que todas tus imágenes porque eres linda desde el pie hasta el alma porque eres buena... | |
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Recuerdo que el amor era una blanda furia... (fragmento)
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Eduardo Lizalde Por Eduardo Lizalde | |
Recuerdo que el amor era una blanda furia no expresable en palabras. Y mismamente recuerdo que el amor era una fiera lentísima: mordía con sus colmillos de azúcar y endulzaba el muñón al desprender el brazo. Eso sí lo recuerdo. Rey de las fieras, jauría de flores carnívoras... | |
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Ánima
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José Kozer Por José Kozer | |
Mi hogar es este espacio que media entre la coronilla y los pies(es) el hogar la mano (diestra) de Guadalupe (abierta) ante mi atónitamirada el brazo (siniestro) extendidoa todo lo largo de su efímera corpulencia(vegetativa) (ganga) (veta) el cardenillo cayendo de sus ojos... | |
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No he probado ningún vino...
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Antonio Porchia Por Darío Grandinetti | |
No he probado ningún vino superior a mi sangre... | |
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Melodía de darnos...
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Pedro Piccatto Por Héctor Rosales | |
Melodía de darnos... la sagrada melodía de darnos. Ese es el gran acierto de las almas. Es llevar para siempre en nuestra vida el esplendor abierto de una fruta... | |
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José Mantecón del Palacio. Nació en Almería en 1874. Murió en 1902. (fragmento)
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Antonio Machado Por Darío Grandinetti | |
El aire por donde pasas, niña, se incendia, y a la algura de tus ojos relampaguea. Grande Dios mi barco de la nube negra y guarde mi corazón del aire de mi morena. No me mires más, o si me miras avisa cuándo me vas a mirar. ¡Dios mío, si no llegara!... | |
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Sin temor de morir...
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Pedro Piccatto Por Juan María Fortunato | |
Sin temor de morir, casi viviendo, el corazón bajo una rueda fría. ¡Y pulsándolo todo! ¡Y todo amándolo!... | |
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Morirme de otra vida...
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Jorge Meretta Por Jorge Meretta | |
Morirme de otra vida, de otra piel, ajena al cuerpo que vivo y volver a desollarme en un traspié de fruto. Borrar lo dicho, entrar en el vacío de un silencio prestado, ajeno a todo lo dicho a lo borroso de haberlo dejado sin palabras. Entrar a la muerte sin decirla... | |
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La poetisa en un pueblo (fragmentos)
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Carolina Coronado Por Carmen Feito Maeso | |
Ya viene, mírala! ¿Quién? Ésa que saca las copias. Jesús, qué mujer tan rara. Tiene los ojos de loca. Diga V., don Marcelino, ¿será verdad que ella sola hace versos sin maestro? ¡Qué locura!, no señora; anoche nos convencimos de que es mentira, en la boda: si tiene esa habilidad... | |
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A veces los muertos...
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Jorge Meretta Por Jorge Meretta | |
A veces los muertos se confunden de calle, se equivocan de casa, de puerta, desordenan el cuarto, los libros, los retratos, para que un viento sople cada vez que dormimos las cenizas de Dios entre los vivos... | |
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Comentario VI
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Juan Gelman Por Juan Gelman | |
esta secreta unión que pasa en un punto muy interior del alma/ que debe ser donde estás vos/y donde tales son el deleite y la gloria y demás criaturas que pasan/conunidas como aguas de cielo que van a río entrando a mar/o manos que por lados contrarios se hacen una... | |
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Distinto
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Juan Ramón Jiménez Por Héctor Rosales | |
Lo querían matar los iguales porque era distinto. Si veis un pájaro distinto, tiradlo; si veis un monte distinto, caedlo; si veis un camino distinto, cortadlo; si veis una rosa distinta, deshojadla; si veis un río distinto, cegadlo... si veis un hombre distinto, matadlo. ¿Y el sol y la luna dando en lo distinto? Altura, olor, largor, frescura, cantar, vivir distinto de lo distinto; lo que seas, que eres distinto (monte, camino, rosa, río, pájaro, hombre)... | |
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Me tienes en tus manos...
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Jaime Sabines Por Jaime Sabines | |
Me tienes en tus manos y me lees lo mismo que un libro. Sabes lo que yo ignoro y me dices las cosas que no me digo. Me aprendo en ti más que en mí mismo. Eres como un milagro de todas horas, como un dolor sin sitio. Si no fueras mujer fueras mi amigo... | |
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La vida
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Marcos Ana Por Marcos Ana | |
La vida? Decidme cómo es un árbol. Decidme el canto de un río, cuando se cubre de pájaros. Habladme del mar. Habladme del olor ancho del campo. De las estrellas. Del aire. Recitadme un horizonte sin cerradura y sin llaves como la choza de un pobre... | |
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Rozamos a veces una zona...
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Roberto Juarroz Por Fabián Vena | |
Rozamos a veces una zona que parece vacía hasta de espacio, pero en la cual percibimos un ritmo que nunca ha entrado en ninguna música. Desde entonces sabemos que el vacío tiene un ritmo y también que detrás de la vida y de la muerte... | |
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El miedo, padre
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Alfredo Fressia Por Alfredo Fressia | |
Padre, yo me espanto de estar preso en mi cuerpo, el condenado umbral, perfecto, este retorno, padre, eternamente en viaje y muerto, por las cuatro estaciones y la suerte echada de los hombres, los hijos obedientes de la especie, padre, los muertos venideros... | |
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El pueblo victorioso
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Pablo Neruda Por Víctor Heredia | |
Está mi corazón en esta lucha. Mi pueblo vencerá. Todos los pueblos vencerán, uno a uno. Estos dolores se exprimirán como pañuelos hasta estrujar tantas lagrimas vertidas en socavones del desierto, en tumbas, en escalones del martirio humano... | |
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Donde nunca jamás se lo imaginan
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Eliseo Diego Por Eliseo Diego | |
Entonces ya es seguro que estás muerto No volveremos otra vez a verte Jugar con el aliento de los hartos Al escribir como al desgano: Che, Sobre el dineroEntre leyendas Viniste brevemente a nuestro día Para después marcharte entre leyendas. Cruzabas en la sombra, rápido... | |
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Años después
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Floridor Pérez Por Floridor Pérez | |
A quien llamar en la casa vacía. Sólo a las puertas doy la mano. Ellas dan la manilla y se abren par en par. Una silla me dice tome asiento. La mesa puesta espera los amigos que nunca regresaron . Tanto tiempo hace que la escalera va y viene por sus peldaños, que ya no recuerda si esta allí para subir o… | |
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El lenguado
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José Watanabe Por José Watanabe | |
Soy lo gris contra lo gris. mi vida depende de copiar incansablemente el color de la arena,pero ese truco sutil que me permite comer y burlar enemigos me ha deformado. He perdido la simetría de los animales bellos, mis ojos y mis narices han virado hacia un mismo lado del rostro... | |
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El continente sumergido
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Olga Orozco Por Olga Orozco | |
Cabeza impar, sólo a medias visible desde donde se mire y a medias rescatada de un exilio sin fin en la cabeza de la bruma. Es opaca por fuera, impermeable al bautismo de la luz, porosa como esponja a las destilaciones de la noche insoluble. Pero por dentro brilla; arde en un remolino de cristales... | |
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Preguntas
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Juan Gelman Por Tito Hass | |
Ya que navegas por mi sangre y conoces mis límites, y me despiertas en la mitad del día para acostarme en tu recuerdo y eres furia de mi paciencia para mí, dime qué diablos hago, por qué te necesito, quien eres, muda, sola, recorriéndome... | |
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Tú, desdoblada cinta al aire...
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Pedro Piccatto Por Washington Benavides | |
Tú, desdoblada cinta al aire. Yo, la mitad de un ala apenas. De la amapola eres discípula. A mí me eligen los cardales. Un sol de agua te divierte. Yo al girasol le corro nubes. Le acortas vuelo a la calandria. Yo no le robo el aire a nadie. Te sobran siempre mariposas. Yo, a la lombriz le busco cielo... | |
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Carta del suicida
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Gonzalo Rojas Por Gonzalo Rojas | |
Juro que esta mujer me ha partido los sesos, porque ella sale y entra como una bala loca, y abre mis parietales, y nunca cicatriza, así sople el verano o el invierno, así viva feliz sentado sobre el triunfo y el estómago lleno, como un cóndor saciado, así padezca el látigo del hambre... | |
