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25 poemas aleatorios en audio

 
   Conejo Conejo de Griselda Álvarez Ponce de León

   Griselda Álvarez Ponce de León
      Por Griselda Álvarez Ponce de León    

Verano calentura pasajera abre la flor y se emborracha el día verano gritador de compañía al cuerpo trepa como enredadera el verano me tiene toda entera y me penetra con alevosía si hasta se escuchan ruidos de alegría donde el conejo tiene madriguera...

 
   Que consuela un celoso epilogando la serie de los amores Que consuela un celoso epilogando la serie de los amores de Sor Juana Inés de la Cruz

   Sor Juana Inés de la Cruz
      Por Laura Castanedo     
primeros versos

Amor empieza por desasosiego, solicitud, ardores y desvelos; crece con riesgos, lances y recelos; susténtase de llantos y de ruego. Doctrínanle tibiezas y despego, conserva el ser entre engañosos velos, hasta que con agravios o con celos apaga con sus lágrimas su fuego...

 
   Orígenes Orígenes de Eduardo Langagne

   Eduardo Langagne
      Por Eduardo Langagne    
primeros versos

Desprenderse del humus, evaporarse. Subir, vapor de agua, hasta la nube indómita. Esperar el momento de volver a la tierra. Precipitarse hacia el nuevo territorio del agua. Penetrar a la tierra. Alcanzar un reposo de siglos que retornen al sólido conducto de la piedra. De nuevo manantial...

 
   Gran Mundo Gran Mundo de Octavio Paz

   Octavio Paz
      Por Octavio Paz    
primeros versos

Habitas un bosque de vidrio. El mar de labios delgados, el mar de las cinco de la mañana centellea a las puertas de tu dormir. Cuando lo rozan tus ojos, su lomo metálico brilla como un cementerio de corazas. El mar amontona a tus pies espadas, azagayas, picas, ballestas, dagas. Hay rnoluscos resplandecientes, hay plantaciones de joyas vivas en tus alrededores...

 
   El ídolo en el atrio El ídolo en el atrio de José Juan Tablada

   José Juan Tablada
      Por Sergio de Alva    
primeros versos

Una Piedra del Sol sobre el cielo de la mañana asoma en lo alto el ancho rostro de basalto a la orilla de un charco de obsidiana y parece que su boca vierte un reguero de sangre humana y zempazúchiles de muerte... Es del trigo del sol la gran piedra molar que hace el pan de los días...

 
   Esta tierra que piso Esta tierra que piso de Rosario Castellanos

   Rosario Castellanos
      Por Rosario Castellanos    
primeros versos

Esta tierra que piso es la sábana amante de mis muertos. Aquí, aquí vivieron y, como yo, decían: Mi corazón no es mi corazón, es la casa del fuego. Y lanzaban su sangre como un potro vehemente a que mordiera el viento y alrededor de un árbol danzaban y bebían canciones como un vino...

 
   Cómo nació el Uinal (Itzaes (textos del Chilam Balam de Chumayel) Cómo nació el Uinal (Itzaes (textos del Chilam Balam de Chumayel) de Poesía maya

   Poesía maya
      Por Enrique Lizalde (español) y Moisés Romero (maya yucateco y lacandón)    
primeros versos

Versión castellana Así explicó el primer gran sabio Merchise, el primer profeta Napuctun, primer sacerdote solar. Asi es la canción. Sucedió que nació el mes ahí donde no había despertado la tierra antiguamente. Y empezó a caminar por sí mismo. Y dijo su abuela materna, y dijo su...

 
   Contrapunto de la fe (fragmento) Contrapunto de la fe (fragmento) de Marco Antonio Montes de Oca

   Marco Antonio Montes de Oca
      Por Marco Antonio Montes de Oca    
primeros versos

Vida, en tus manos encomiendo las generaciones todavía plegadas a mi carne, el futuro, ensombrecido por la tardanza del colibrí, las llamaradas de nieve en el diamante y la coraza de súplicas que protege a la ruina contra el definitivo polvo. En tus manos encomiendo al que es silencioso a pesar de sus palabras...

 
   De los trabajos De los trabajos de Juan Domingo Argüelles

   Juan Domingo Argüelles
      Por Juan Domingo Argüelles    
primeros versos

Con piedras y maderas hago mi casa bajo el sol, la visto de ventanas para que el sol entre a habitarla. Cierro sus puertas luego de que ha partido el ocaso. Mi casa cruje bajo la lluvia que ha venido a mirarla. Mi casa es una tumba cálida en donde vivo yo mi muerte...

 
   Anunciación Anunciación de Alí Chumacero

   Alí Chumacero
      Por Alí Chumacero    
primeros versos

Inserto en soledad de palabra vertida que apenas hiriera el silencio, siento la voz del sueño con su descenso casi imperceptible y sus labios de hielo, mas no el letal dolor que de mí nace, ni la perenne dicha del misterio aclarado más allá de las cosas, del último verano de la...

 
   La fuente oscura La fuente oscura de Jaime García Terrés

   Jaime García Terrés
      Por Jaime García Terrés    
primeros versos

Qué gran curiosidad tengo de verte sin ropajes ambiguos, oh mi sombra! Imagino tu piel acribillada por la nostalgia; de rubor inhábil erizadas las fugas del contorno; y me pregunto si guarecen algo más esos repliegues vaporosos, si corren por tus venas plenitudes, si alojas muy adentro constelaciones nunca vistas...

 
   La trampa La trampa de Carmen Alardín

   Carmen Alardín
      Por Carmen Alardín    
primeros versos

Mirar es privilegio de la vida. Ahondar en tus pupilas en el último impacto del estanque. Llegar hasta el secreto del espejo, reflejarse en el otro desdoblarse, repetirse del amor, multiplicarse. Mirar es privilegio de la vida desbordarse...

 
   El arca El arca de Homero Aridjis

   Homero Aridjis
      Por Homero Aridjis    
primeros versos

Hay pájaros que llevan en sus alas el verde de la hoja y el ocre de la rama bestias azules que visten en sus franjas jirones de halo o nube donde aún reina el día leones que a su paso dejan huellas de garra y espigas amarillas caballos que ya inmóviles tiemblan en un silencio que...

 
   El Tajín El Tajín de Efraín Huerta

   Efraín Huerta
      Por David Huerta    
primeros versos

Andar así es andar a ciegas, andar inmóvil en el aire inmóvil, andar pasos de arena, ardiente césped. Dar pasos sobre agua, sobre nada el agua que no existe, la nada de una astilla , dar pasos sobre muertes, sobre un suelo de cráneos calcinados. Andar así no es andar sino quedarse sordo...

 
   Barco de papel Barco de papel de Carmen Alardín

   Carmen Alardín
      Por Carmen Alardín    
primeros versos

Y si supieras sólo la mitad de lo que le he contado hoy a mi alma, ya no protegerías mis pupilas del gusano del mundo, ni serpearías entre largas sombras de lirios y ventanas. Yo no he lanzado la primera piedra ni he construido flotas vengativas por conquistar el mar; Pero yo en...

 
   Esta tarde mi bien Esta tarde mi bien de Sor Juana Inés de la Cruz

   Sor Juana Inés de la Cruz
      Por Ofelia Medina    
primeros versos

EN QUE SATISFACE UN RECELO CON LA RETÓRICA DEL LLANTO Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba, como en tu rostro y tus acciones vía que con palabras no te persuadía, que el corazón me vieses deseaba; y Amor, que mis intentos ayudaba, venció lo que imposible parecía: pues entre el...

 
   Horas Horas de Jaime Labastida

   Jaime Labastida
      Por Jaime Labastida    
primeros versos

Durísima la luna. Igual que tú, tan lejos. Suéñame, te digo, como te sueño aquí, hasta que los dos sueños se conviertan en fuego, hasta que mi aliento sea el tuyo, hasta que respiremos cada uno por la boca del otro. La luna asoma, llena y sorda. No estás al otro lado del teléfono...

 
   Refranes Refranes de Octavio Paz

   Octavio Paz
      Por Octavio Paz    
primeros versos

Una espiga es todo el trigo Una pluma un pájaro vivo y cantando Un hombre de carne es un hombre de sueño La verdad no se parte El trueno proclama los hechos del relámpago Una mujer soñada encarna siempre en una forma amada El árbol dormido pronuncia verdes oráculos...

 
   Historia Historia de Griselda Álvarez Ponce de León

   Griselda Álvarez Ponce de León
      Por Griselda Álvarez Ponce de León    
primeros versos

Ay primavera, primavera suave! Érase una mujer que compartía el humus de la tierra, la armonía, el árbol fácil y el nidal del ave. Érase una mujer como una llave con la que abrir un mundo de alegría, una mujer, fugaz sabiduría, pacífica guerrera, beso en clave. Y érase un hombre así, de todas suertes hombre y señor...

 
   Haz que tenga piedad de Ti, Dios mío Haz que tenga piedad de Ti, Dios mío de Carlos Pellicer

   Carlos Pellicer
      Por Fernando Díez de Urdanivia    
primeros versos

Haz que tenga piedad de Ti, Dios mío, huérfano de mi amor, callas y esperas. En cautas y andrajosas primaveras me viste arder buscando un atavío. Vuelve donde a las rosas el rocío conduce al festival de sus vidrieras. Llaga que en tu costado reverberas, no tiene en mí ni un leve...

 
   Paso de sombras Paso de sombras de Víctor Sandoval

   Víctor Sandoval
      Por Víctor Sandoval    
primeros versos

Montes de orégano en la noche crecen y se diluyen en la madrugada. Un árbol es la torre de la iglesia. Voltear la carga y aromar el aire. En silencio los pájaros escuchan. Andar como sonámbulos entre cerros; despuntar de mañana: Es la estrella en el polvo erizada de espinas. Es la...

 
   Apedreamiento Apedreamiento de Oscar Oliva

   Oscar Oliva
      Por Oscar Oliva    
primeros versos

Cuando levanto una piedra arranco al mundo una mirada y lo hago más ligero de la muerte. Siento que me muevo hacia el sol. Algo se me queda de esa mirada. Y tras ella va la piedra que levanto...

 
   Beaumont, Tex. Beaumont, Tex. de Efraín Huerta

   Efraín Huerta
      Por Efraín Huerta    
primeros versos

Bajo la luz de la luna, en Beaumont, Texas, los blancos a la derecha, los negros a la izquierda...

 
   Llanto Llanto de Griselda Álvarez Ponce de León

   Griselda Álvarez Ponce de León
      Por Griselda Álvarez Ponce de León    
primeros versos

Viuda de ausencia toco la mañana, es tan igual invierno y lejanía, que quizá se pudiera se podría abrir la noche junto a tu ventana. Al gallo inútil con su inútil diana en el alba su canto estrellaría, no pasaría el sol no pasaría envuelto ya de noche en su sotana. Viuda de ausencia...

 
   Tuércele el cuello al cisne... Tuércele el cuello al cisne... de Enrique González Martínez

   Enrique González Martínez
      Por Enrique Lizalde o Gastón Melo    
primeros versos

Tuércele el cuello al cisne de engañoso plumaje que da su nota blanca al azul de la fuente; él pasea su gracia no más, pero no siente el alma de las cosas ni la voz del paisaje. Huye de toda forma y de todo lenguaje que no vayan acordes con el ritmo latente de la vida profunda. . .y...