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25 poemas aleatorios en audio

 
   Epifanía Epifanía  de Elsa Cross

   Elsa Cross
      Por Nuria del Saz    
primeros versos

A veces te muestras, y en el momento en que me vuelvo hacia tu imagen desapareces. ¿A dónde vas? ¿Dónde te escondes todo ese tiempo que tardas en volver? Vienes en sueños y cuando trata la memoria de apresarteme despierto. Sólo tus ojos quedan por un momento...

 
   Fin presente Fin presente de Oscar Oliva

   Oscar Oliva
      Por Oscar Oliva    
primeros versos

Está en lo que comemos y bebemos, en los trabajos que nos dan de comer y beber, en los alimentos en los que no nos reconocemos y en la ineptitud con la que nos destrozamos las manos a la hora del hambre para poder tomar asiento y comenzar de nuevo con lo que está en la mesa...

 
   Alabanza secreta Alabanza secreta  de Alí Chumacero

   Alí Chumacero
      Por Alí Chumacero    
primeros versos

Sobre el azar alzaba su cabello súbito resplandor, y en avaricia alucinante hendía el porvenir como regresa el héroe, después de la batalla, dando al escudo sones de cansancio. Órbita del asombro, su mirar ornaba el viento fervoroso del sí antes de ser, en el venal recinto de los labios...

 
   Cuerpo a la vista Cuerpo a la vista de Octavio Paz

   Octavio Paz
      Por Carmen Feito Maeso    
primeros versos

Y las sombras se abrieron otra vez y mostraron un cuerpo: tu pelo, otoño espeso, caída de agua solar, tu boca y la blanca disciplina de sus dientes caníbales, prisioneros en llamas, tu piel de pan apenas dorado y tus ojos de azúcar quemada, sitios en donde el tiempo no transcurre...

 
   Aceleración de la historia Aceleración de la historia de José Emilio Pacheco

   José Emilio Pacheco
      Por José Emilio Pacheco    
primeros versos

Escribo unas palabrasy al minuto ya dicen otra cosasignifican una intención distintason ya dóciles al Carbono 14 Criptogramas de un pueblo remotísimo que busca la escritura en tinieblas...

 
   Tinta china Tinta china de Xavier Villaurrutia

   Xavier Villaurrutia
      Por Alberto Dallal    
primeros versos

Es una inmensa hoja de biombo de cielo y no hay luna en el parque, se ha borrado el tenaz colorido de mi prado que hermana su negror al desconsuelo. En esta noche el musgo es terciopelo y es tan grande el silencio y tan helado que los búhos han olvidado...

 
   Distancia del amigo Distancia del amigo de Rosario Castellanos

   Rosario Castellanos
      Por Carmen Farías    
primeros versos

En una tierra antigua de olivos y cipreses ha fechado mi amigo su más reciente carta. Lo imagino escribiendo, sentado en una roca a la orilla del mar, tirando piedrecitas sobre el lomo verduzco de las olas. (Si estuviera en un parque tiraría migas a los gorriones, si en un estanque,...

 
   Al alba busca su nombre... Al alba busca su nombre... de Octavio Paz

   Octavio Paz
      Por Octavio Paz    
primeros versos

Al alba busca su nombre lo naciente Sobre los troncos soñolientos centellea la luz Galopan las montañas a la orilla del mar El sol entra en las aguas con espuelas La piedra embiste y rompe claridades El mar se obstina y crece al pie del horizonte Tierra confusa inminencia de escultura...

 
   En el filo del gozo En el filo del gozo de Rosario Castellanos

   Rosario Castellanos
      Por Carmen Farías    
primeros versos

Entre la muerte y yo he erigido tu cuerpo: que estrelle en ti sus olas funestas sin tocarme y resbale en espuma deshecha y humillada. Cuerpo de amor, de plenitud, de fiesta, palabras que los vientos dispensan como pétalos, campanas delirantes al crepúsculo...

 
   Patria traicionada Patria traicionada de Jaime Augusto Shelley

   Jaime Augusto Shelley
      Por Jaime Augusto Shelley    
primeros versos

Hilo tan delgado casi siempre se rompe. Suelo tan ligero cualquier sobresalto devora. Costra seca que sin desear anda desnuda. Ombligo roto y vuelto a pegar. Agua que nunca se detuvo. Entrañable amor que es pesadumbre: Miedo si se está despierto. Fiebre en primavera, cuando empiezan...

 
   Oh inteligencia, soledad en llamas... (Muerte sin fin) Oh inteligencia, soledad en llamas... (Muerte sin fin) de José Gorostiza

   José Gorostiza
      Por José Gorostiza    
primeros versos

Oh inteligencia, soledad en llamas, que todo lo concibe sin crearlos! Finge el calor del lodo, su emoción de substancia adolorida, el iracundo amor que lo embellece y lo encumbra más allá de las alas a donde sólo el ritmo de los luceros llora, ...

 
   Malinche Malinche de Rosario Castellanos

   Rosario Castellanos
      Por Rosario Castellanos    
primeros versos

Desde el sillón del mando mi madre dijo: Ha muerto . Y se dejó caer, como abatida, en los brazos del otro, usurpador, padrastro que la sostuvo no con el respeto que el siervo da a la majestad de reina sino con ese abajamiento mutuo en que se humillan ambos, los amantes...

 
   Muérdagos furiosos retintaron los árboles... Muérdagos furiosos retintaron los árboles... de Víctor Sandoval

   Víctor Sandoval
      Por Víctor Sandoval    
primeros versos

Muérdagos furiosos retintaron los árboles. Hubo una llamarada en cada objeto. La misma inquieta llama compartida por los amantes frente a sí ante la suave y lenta tela que desciende hasta que al fin, noche de luna, desnuda como un dedo ensortijado, renaces desde siempre: En tiestos...

 
   Abrí la verja de hierro Abrí la verja de hierro de Fayad Jamís

   Fayad Jamís
      Por Fayad Jamís    
primeros versos

Abrí la verja de hierro, Sentí como chirriaba, tropecé en algún tronco y miré una ventana encendida, pero la madrugada devoraba las hojas y tú no estabas allí diciéndome que el mundo está roto y oxidado. Entré, subí en silencio las escaleras, abrí otra puerta...

 
   Primavera Primavera de Griselda Álvarez Ponce de León

   Griselda Álvarez Ponce de León
      Por Griselda Álvarez Ponce de León    
primeros versos

Qué aleluya volver de la ceniza, reconstruirse y nacer de nueva cuenta, volver los dos con unidad violenta y retomar la vida con más prisa. Ver nuestra primavera que improvisa con flores y con tallos su herramienta y sentir que la savia nos fermenta y que ya somos miel, calor,...

 
   Soneto III Soneto III de Carlos Pellicer

   Carlos Pellicer
      Por Carlos Pellicer    
primeros versos

Era mi corazón piedra de río que sin saber por qué daba remanso, era el niño del agua, era el descanso de hojas y nubes y brillante frío. Alguien algo movió, y se alzó el río. ¡Lástima de aquel hondo siempre manso! Y la piedra lavada y el remanso liáronse en sombras de esplendor...

 
   Polvo (fragmentos I) Polvo (fragmentos I) de Guadalupe (Pita) Amor

   Guadalupe (Pita) Amor
      Por Guadalupe Amor    
primeros versos

y en polvo te convertirás.Génesis, capítulo 3, versículo 19 I Me envuelve el polvo, y me inquieta. ¿Por qué vendrá de tan lejos? Y ¿cómo en residuos viejos mundos pasados sujeta? -El polvo no tiene meta, ni principio habrá tenido; sé que siempre ha contenido, en su eternidad convulsa, la arcana fuerza que impulsa a lo que es y a lo que ha sido...

 
   A las tres y veinte... A las tres y veinte... de Octavio Paz

   Octavio Paz
      Por Octavio Paz    
primeros versos

A las tres y veinte como a las nueve y cuarenta y cuatro, desgreñados al alba y pálidos a medianoche, pero siempre puntualmente inesperados, sin trompetas, calzados de silencio, en general de negro, dientes feroces, voces roncas, todos ojos de bocaza, se presentan Tedevoro y Tevomito, Tli...

 
   Esquemas para una oda tropical Esquemas para una oda tropical de Carlos Pellicer

   Carlos Pellicer
      Por Carlos Pellicer    
primeros versos

La oda tropical a cuatro voces ha de llegar sentada en la mecida que amarró la guirnalda de la orquídea. Vendrá del Sur, del Este y del Oeste, del Norte avión, del Centro que culmina la pirámide trunca de mi vida. Yo quiero arder mis pies en los braseros de la angustia más sola, para salir desnudo hacia el poema...

 
   No es nada de tu cuerpo No es nada de tu cuerpo de Jaime Sabines

   Jaime Sabines
      Por Jaime Sabines    
primeros versos

No es nada de tu cuerpo, ni tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre, ni ese lugar secreto que los dos conocemos, fosa de nuestra muerte, final de nuestro entierro. No es tu boca tu boca que es igual que tu sexo , ni la reunión exacta de tus pechos, ni tu espalda dulcísima y suave, ni tu...

 
   Los búhos Los búhos de Alberto Blanco

   Alberto Blanco
      Por Alberto Blanco    
primeros versos

Detrás de cada nube, de cada monte de cada copa, de cada rama hay búhos en la noche. Se esconden en el humo de las pipas. Se alimentan de malentendidos y estrellas de neón. En la oscuridad se pueden confundir lo mismo con esas cenizas que con sus sombras. Con los faros gemelos de sus ojos...

 
   Canciones del pozo sin agua (5) Canciones del pozo sin agua (5) de Jaime Sabines

   Jaime Sabines
      Por Jaime Sabines    
primeros versos

Esta noche vamos a gozar. La música que quieres, el trago que te gusta y la mujer que has de tomar. Esta noche vamos a bailar. El bendito deseo se estremece igual que un gato en un morral, y está en tu sangre esperando la hora como el cazador en el matorral. Esta noche nos vamos a...

 
   El mediodía parte el arroyo... El mediodía parte el arroyo... de Homero Aridjis

   Homero Aridjis
      Por Homero Aridjis    
primeros versos

El mediodía parte el arroyo en delgadas mitades de sonido saca del lomo de la bestia crepitación y humo todo lo que es húmedo la hora lo ha bebido todo lo que respira en mi interior descansa las casas y el árbol tienen la oscuridad abajo ojos de tierra roja beben en el azul abierto...

 
   Viajes en avión Viajes en avión de Jaime Labastida

   Jaime Labastida
      Por Jaime Labastida    
primeros versos

Qué alegría decidir qué beber, cómo morir, por qué, y en dónde. Quisiera morir, así, bajo un gran árbol. Desearía ser quemado; que mis cenizas irritaran, polvo, los ojos de la que amo; que fueran sólo la mancha en un libro pasados los años. Podría morir aquí, sin duda. No todo sitio es bueno...

 
   La mesa del escribano La mesa del escribano de Eduardo Langagne

   Eduardo Langagne
      Por Eduardo Langagne    
primeros versos

No soy un escritor, soy un escritorio, habría trazado Pessoa con un íntimo ritmo marítimo en el papel amarillento como un mapa sobre la mesa hostil donde escribía las cartas comerciales de su supervivencia. Y Álvaro de Campos habría pensado: no soy una persona, soy un personaje...